Accidentes

D. Moisés Navarro Santana, de 54 años, vecino y natural del barrio del Pino de Teror, falleció la noche del pasado jueves por un accidente laboral que se produjo en las instalaciones de la empresa Aguas de Teror. Sólo hubo una persona afectada por este accidente, no dos, como erróneamente se había pensado en un principio.

Este trágico suceso tuvo lugar en torno a las 22.30 horas del pasado jueves en la planta de Aguas de Teror en Fuenteagria. Ocurrió en el área de producción de palés, donde está la máquina de paletizado.

Las circunstancias por las que ocurrió este siniestro las está investigando la Guardia Civil. Se desconoce por qué quedó atrapado en la máquina Moisés Navarro. Se trata de una máquina totalmente autónoma, que «llevaba bastantes años funcionando y que no ha tenido ninguna avería o problemas«, indicaron fuentes municipales.

El trabajador llevaba ocho años en la plantilla de esta empresa centenaria, y conocía «muy bien» la mencionada máquina, como señalaron las mismas fuentes. D. Moisés Navarro era operario de embotellado y, entre sus funciones, estaba la vigilancia visual de la producción de palés de botellas de agua.

Al quedar el trabajador aprisionado, la máquina robotizada suspendió la producción automáticamente. Ante ello, los otros operarios acudieron al área de producción de palés porque, al parecer, ninguno estaba en el lugar en el que ocurrieron los hechos.

Los compañeros alertaron de forma inmediata al Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes)-112, a los responsables de la empresa y al Ayuntamiento, entre ellos al alcalde, Gonzalo Rosario, que se desplazó al lugar.

El personal médico y el sanitario del Servicio de Urgencias Canario (SUC) y agentes de la Guardia Civil acudieron a la mencionada planta de esta empresa municipal.

A pesar de los esfuerzos realizados por el personal del SUC, finalmente el médico certificó el fallecimiento de Moisés Navarro en torno a las 11.30 horas.

Posteriormente, los agentes custodiaron el cuerpo sin vida de Navarro Santana, hasta la llegada de la autoridad judicial y la orden de levantamiento del cadáver.

Por otro lado, los responsables de la empresa, el Ayuntamiento y el personal del SUC siguieron los pasos correspondientes marcados por el protocolo a seguir en estos casos para informar del trágico suceso a la familia del fallecido.

La muerte de esta trabajador fue motivo de consternación en el municipio. Por lo ocurrido el jueves en la planta de Aguas de Teror, las banderas de las Casas Consistoriales estaban ayer a media asta.

Fuente: La Provincia.