Evitar las uvas en menores de 5 años
La Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (Seorl-Ccc) ha aconsejado que los niños y niñas menores de cinco años no tomen las uvas en Nochevieja. Se pretende evitar, así, el posible riesgo de asfixia, ya que las uvas, junto a los frutos secos y los polvorones, son el alimento navideño que causa más problemas en ese sentido.
Las uvas son la tercera causa de ahogamiento en menores.
Las uvas son la tercera causa de ahogamiento en menores. No obstante, la mayor parte de la población no es consciente de este peligro.
Los productos alimenticios están detrás de más de la mitad de casos de asfixia mortal en ese rango de edades. Las uvas son la tercera causa más común en incidentes de ahogamiento por comida, después de los perritos calientes y los caramelos.
Las vías respiratorias de los niños son pequeñas, no tienen todos sus dientes desarrollados para masticas correctamente, su reflejo de deglución aun es inmaduro y se distraen fácilmente. Todo esto les hace más proclives a ahogarse. Los niños tienen vías respiratorias pequeñas, dientes poco desarrollados, un reflejo de deglución inmaduro y s distraen con facilidad,
Las uvas suelen ser más grandes que sus vías respiratorias. A diferente de otros objetos pequeños y duros, como las nueces, su superficie suave les permite bloquear por completo las vías y dificultan la extracción si no se tienen herramientas especiales.
Gran peligro para los mayores de 65 años
Además, los niños no son los únicos que pueden tener problemas al tomar las uvas. También corren riesgo los mayores de 65 años. La incidencia de asfixia en los mayores es incluso siete veces mayor que en los niños, y además, los problemas aumentan si se padecen trastornos de deglución, como puede ser la disfagia.
Para reducir el riesgo de aspiración lo aconsejable es quitarles la piel y las pepitas y cortarlas en varios trozos, de forma que sean más fáciles de digerir.
¿Qué hacer en caso de atragantamiento?
Es fundamental conocer los pasos a seguir si alguien sufre un atragantamiento, en es especial, si se trata de un niño.
Entre los síntomas más característicos se encuentra la dificultad para respirar o la tos. Si se sospecha que el menor puede estar atragantándose con algo, lo PRIMERO es acudir de forma inmediata a un servicio de urgencias, para que un especialista en otorrinolaringología pueda valorar este riesgo o llamar a los servicios de emergencia para que acudan con la mayor brevedad posible. Los expertos realizaran las pruebas pertinentes para valorar la situación y actuar acorde a ella.
Maniobra de Heimlich
No obstante, realizar la maniobra de Heimlich a tiempo puede salvar vidas. Para realizar esta técnica de manera adecuada (exclusivamente para mayores de 1 año):
- Colóquese detrás del niño y rodéele la cintura con los brazos.
- Cierre una mano y coloque el nudillo del pulgar por encima del ombligo, entre el ombligo y el tórax (“boca del estómago”)
- Cójase el puño con la otra mano
- Realice una fuerte presión hacia adentro y hacia arriba, para desplazar el diafragma, lo que provocará un aumento de presionen el tórax y hará que salga el aire de los pulmones, lo que arrastrará el cuerpo extraño.
- Compruebe después de cada maniobra si el cuerpo extraño ha salido. Solo se deben extraer los que estén visibles y sea fácil su extracción.
- Repita el ciclo completo hasta la recuperación o llegada de ayuda o pérdida de conciencia
Prevención – Vídeo: Como realizar la maniobra de Heimlich en niños y bebés
Fuente: El País