Accidentes

El fallecido, de 55 años y vecino de Zaragoza, estaba con otro trabajador que sufrió un ataque de ansiedad. La explosión se produjo a mediodía en una estación de servicio de Villanueva de Gállego junto a la autovía de Huesca.

La explosión de una bolsa de gas que se había acumulado en un depósito de combustible de una gasolinera en la que estaban trabajando dos obreros le costó ayer la vida a uno de ellos. Francho H., de 55 años y vecino de Zaragoza, murió al ser alcanzado de lleno por la deflagración, salir despedido a más de 20 metros del lugar del siniestro y caer sobre el tejado de una nave contigua. Su compañero resultó ileso, pero tuvo que ser atendido por los sanitarios de una crisis de ansiedad.

 

El accidente se produjo sobre las 12.40 en la estación de servicio San Miguel S. L., situada en el polígono industrial del mismo nombre de Villanueva de Gállego, junto a la autovía de Huesca y frente al campus de la Universidad San Jorge. La víctima, que trabajaba para una empresa de Cuarte de Huerva, estaba soldando una brida para unir los dos depósitos de combustible que tiene la gasolinera. Según sus empleados, al vender gasolina a precio barato han aumentado mucho los clientes. Y como los tanques no están conectados, cuando se acaba uno tienen que utilizar una bomba para poder dar servicio con el otro. El fallecido y su compañero llevaban trabajando en esta obra desde el pasado lunes.

La fuerte deflagración sorprendió a los dos empleados de la estación de servicio muy cerca, ya que los surtidores se encuentran a unos 30 metros de los tanques. Fueron precisamente estas dos personas las primeras que acudieron con un extintor para sofocar las llamas y auxiliar a las víctimas. Al comprobar que el más joven de los obreros estaba ileso, se afanaron en buscar al otro dentro del depósito. Tras sofocar el fuego y desaparecido el humo, se dieron cuenta de que dentro no había nadie, por lo que empezaron a buscar alrededor. Al encontrarse con fragmentos de ropas y calzado del operario esparcidos por la zona, se les ocurrió que el cuerpo podía haber salido despedido, como así sucedió. Fue el gerente de la empresa de alimentación Fontecabras quien, minutos más tarde, confirmó las sospechas al encontrar el cadáver en la cubierta de su nave. De allí lo recogerían los bomberos cinco horas más tarde, después de que la juez de guardia autorizara el levantamiento y traslado al Instituto de Medicina Legal, donde a lo largo de esta mañana se le practicará la autopsia.

Los Gedex investigan la causa.

Una de las prioridades de los equipos de emergencia fue asegurar todo el entorno de la gasolinera, ya que había un fuerte olor a gas y un alto riesgo de explosión. De hecho, se utilizaron rociadores de agua durante varias horas para humedecer el ambiente y neutralizar el peligro de las emanaciones.

Guillermo Pombo, jefe de guardia de los Bomberos de Zaragoza, no pudo concretar la causa exacta de la deflagración, pero sí adelantó que fue consecuencia de una acumulación de gases derivados del petróleo que explotó al contacto con un punto de ignición. Serán ahora los técnicos de la Guardia Civil los que determinen qué provocó esa chispa.

Precisamente, tras asegurar la zona, se produjo un gran despliegue de agentes de Seguridad Ciudadana encargados de proteger la zona, y de la Policía Judicial de Cuartel de Casetas y del Grupo de Especialistas de Desactivación de Explosivos de la Guardia Civil, encargados de la investigación. Según fuentes de este último, este tipo de explosiones «son similares a las que se producen en las minas«. «Tras una primera llama, la onda expansiva busca una salida y arrastra lo que encuentra a su paso. Sin embargo, la mina no se cae y en este caso la gasolinera no ha sufrido daños«, precisaba uno de los expertos.

Oscar Usán estaba tomando un café en el bar situado junto a la gasolinera y contó que, nada más sentir la fuerte explosión, salió corriendo del establecimiento a ver qué pasaba. «Vimos cómo caían los cascotes, los tubos y el tape del depósito salió disparado hacia arriba unos 25 metros. Salía fuego de la boca de la alcantarilla. Nos quedamos paralizados y llamamos al 112«, relató. Añadió que los empleados de la gasolinera estaban apagando el fuego porque pensaban que el obrero estaba dentro de la alcantarilla. «Lo llamaban pero no respondía«, señaló apesadumbrado.

 

Fuente: El Heraldo.

Tema: Riesgos Laborales.

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