Un Policía Nacional murió ayer después de que la semana pasada sufriera una descarga eléctrica en el complejo de Canillas, en el que trabajaba. Por causas que se están investigando, la víctima recibió un calambrazo que lo dejó en coma, hasta el fatal desenlace de ayer.
El Cuerpo Nacional de Policía, no quiso ofrecer detalles oficiales sobre las circunstancias en que se produjo el siniestro. Sin embargo, distintas fuentes consultadas, aseguraron a este periódico que sufrió una descarga eléctrica en las mismas dependencias de Canillas. Concretamente, de 220 vatios y durante 5 segundos.
Al parecer, la víctima se encontraba manipulando unos cables cuando se electrocutó. El fallecido pertenecía a la unidad de Sistemas Especiales. Entre otras funciones, estos agentes se dedican a elaborar y colocar balizas («rabos», en el argot) en coches de investigados o a instalar cámaras para vigilancia de delincuentes, siempre con la previa autorización judicial.
La capilla ardiente del oficial de Policía Alfredo J. P. se instalará hoy, a partir de las 13 horas, en el edificio multiusos del complejo de Canillas.
Mañana, a las diez horas, se celebrará una misa funeral en las mismas instalaciones. A continuación recibirá la Orden al Mérito Policial a título póstumo.