Prevención

La Legionella es una bacteria ambiental que vive en aguas superficiales como lagos, ríos, estanques, formando parte de la flora bacteriana. Desde este reservorio natural coloniza los sistemas de abastecimiento de las poblaciones a través de la red de distribución de agua, haciendo que llegue al sistema de agua sanitaria (fría o caliente) y a otros sistemas que requieren agua para su funcionamiento.

La legionella contamina los circuitos artificiales del agua en concentraciones pequeñas, y en función de las condiciones ambientales se multiplican.

Las condiciones que favorecen la multiplicación de las bacterias son:

  • Temperatura.-Se multiplica entre los 20ºC y 45ºC(siendo la temperatura optima entre 35-37ºC), a partir de los 50ºC no se multiplican, por debajo de 20ºC quedan en estado latente y se destruyen a 70ºC.
  • Estancamiento del agua.- las zonas muertas con una velocidad baja de circulación del agua.
  • La acumulación de nutrientes favorecen su crecimiento, como la presencia de lodos, materia orgánica, materia de corrosión y calcáreos..etc.
  • Depósitos biológicos.- la presencia de protozoos, algas, amebas..junto con los nutrientes forman un nicho ecológico idóneo para el desarrollo de la legionella (la biocapa). La legionella tiene capacidad de crecer intracelularmente, por lo que cuando las condiciones ambientales no son favorables, se introduce dentro de otros organismos como amebas, protozoos… como mecanismo de supervivencia, lo que dificulta su destrucción.
  • La presencia de incrustaciones calcáreas, favorecen la supervivencia, al servir de asentamiento defensivo ante las agresiones de los desinfectantes.

 

Mecanismo de Transmisión:

Cuando en la instalación existe un mecanismo que emita el agua en forma de aerosoles, la dispersión en el aire aumenta con la formación de pequeñas gotas de agua, cuando estas gotas son inferiores a 50 micras, quedan suspendidas en el aire más tiempo, pudiendo ser inhaladas por el hombre e infectarlo.

  • No se trasmite por ingestión (beber agua o ingerir alimentos).
  • No se trasmite de persona a persona, ni animales a personas.
  • No se tramite por el vapor de agua.
  • Las personas más susceptibles son personas de edad avanzadas, fumadores, las que tienen problemas inmunitarios y enfermedades crónicas etc.

 

Síntomas:

La legionelosis es una enfermedad bacteriana de origen ambiental que suele presentar dos formas clínicas diferenciadas: la infección pulmonar o «Enfermedad del Legionario», que se caracteriza por neumonía con fiebre alta, y la forma no neumónica, conocida como «Fiebre de Pontiac», que se manifiesta como un síndrome febril agudo y de pronóstico leve.

Actualmente, para llegar a un diagnóstico de legionella se realizan las siguientes comprobaciones:

  • Una exploración física que constate que el paciente tiene ruidos respiratorios anormales a la auscultación, junto con otros síntomas como fiebre, tos, dolor abdominal y diarrea. Más aún si se trata de un paciente inmunodeprimido, fumador, anciano o con patología pulmonar previa.

Por otro lado, existen varias pruebas para detectar la bacteria de la legionella, las más frecuentes son:

  • Análisis de sangre, donde se detecta una elevación de los leucocitos o glóbulos blancos así como una cifra baja de sodio.
  • Serología: consiste en un análisis de sangre para detectar anticuerpos específicos frente a Legionella, que se realiza mediante una técnica llamada Inmunofluorescencia directa e indirecta (IFD-IFI).
  • Cultivo de esputo, con el cual se puede detectar la bacteria mediante crecimiento en un medio adecuado, si bien es más efectivo recurrir a ella cuando mayor es la gravedad del paciente.
  • Detección del antígeno de Legionella en orina: a día de hoy es la prueba más solicitada para el diagnóstico de la neumonía por Legionella. Consiste en detectar el antígeno del microorganismo mediante técnicas específicas en una muestra de orina. Esta prueba puede detectar la enfermedad desde el inicio de los síntomas y hasta 4-6 meses después.

 

Tratamiento.

Para tratar la legionella se utilizan antibióticos, habitualmente quinolonas (levofloxacina, ciprofloxacina, moxifloxacina…) y macrólidos (azitromicina, claritromicina, eritromicina).

Hoy por hoy, los estudios científicos demuestran que los antibióticos más eficaces son la azitromicina y el levofloxacino, dado que penetran mejor en las células donde se halla la Legionella a nivel pulmonar, así como un menor número de efectos secundarios que la eritromicina, que fue el primero en utilizarse.

La duración del tratamiento antibiótico suele ser de 7 a 10 días para cualquiera de los dos. Esta duración puede ampliarse en individuos con problemas inmunológicos o en trasplantados.

Dado que se trata de una neumonía, otras medidas a aplicar suelen ser el oxígeno, y analgésicos para los dolores articulares y la cefalea.

El tratamiento de la legionella debe iniciarse en cuanto se sospeche que se padece la enfermedad, ya que si se trata adecuadamente y desde el principio el pronóstico es excelente, especialmente si el paciente no presenta ninguna patología previa ni tiene el sistema inmunitario debilitado por otras razones (trasplantes, etcétera).

Sin embargo, no hay que olvidar que esta enfermedad puede ser mortal, sobre todo para las personas que padezcan otras enfermedades, o aquellas que contraigan la infección mientras permanecen hospitalizadas por una intervención quirúrgica u otras causas.

 

Medidas Preventivas Generales:

Unas instalaciones mal diseñadas, sin mantenimiento o con un mantenimiento inadecuado favorecen el estancamiento del agua y la acumulación de nutrientes de la bacteria (lodos, materia orgánica, material de corrosión y amebas) formando una biocapa, junto a una temperatura propicia y ausencia de desinfectantes, favorecen la multiplicación de la legionella.

Para impedir el crecimiento de la legionella, actuaremos en esas circunstancias favorecedoras, siguiendo las medidas preventivas siguientes.

  • Evitar el estancamiento de agua y asegurar la correcta circulación del agua y el número de purgas suficientes para vaciar completamente la instalación.
  • Medida preventiva: Diseño adecuado de la instalación.
  • Eliminar o reducir las zonas sucias que sirven de nutrientes.
  • Medida preventiva: Programa de mantenimiento.
  • Impedir la multiplicación y supervivencia de la bacteria en la instalación. Mediante:
  • Desinfección continúa de la instalación.
  • Control de la temperatura.

Como Norma General se recomienda:

  • Existencia de un Libro de Mantenimiento. Anotaciones que incluirá:
  • Tareas de revisión, limpieza y desinfección general: Fecha, protocolo seguido, productos usados, dosis y tiempo de actuación.
  • Operación de Mantenimiento: Fecha, tipo de operación, incidencias y medidas adoptadas.
  • Análisis del agua: Fecha y resultados.
  • Firmas del responsable técnico de las tareas realizadas y del responsable de la instalación.

Siempre a disposición de la Autoridad Sanitaria.

  • Existencia de planos actualizados de las instalaciones existentes.
  • Registro de torres de refrigeración.

 

Clasificación de las Instalaciones:

La legionelosis es una enfermedad infecciosa de origen medioambietal fácilmente prevenible, lo que motivó el desarrollo de una legislación que determinará y obligará a realizar determinadas medidas preventivas para evitar la enfermedad.

El Real Decreto 865/2003, divide las instalaciones según la probabilidad de proliferación y dispersión de la bacteria en:

Según se especifica en el mismo artículo quedan excluidas del ámbito de aplicación del Real Decreto 865/2003, las instalaciones ubicadas en edificios dedicados exclusivamente a viviendas, excepto aquellas que afecten al ambiente exterior de estos edificios.

 

Criterios de Mantenimiento:

Los criterios de revisión, limpieza y desinfección de las instalaciones de agua para consumo humano se dan en el Anexo 3 del Real Decreto 865/2003.

ACS: Agua Caliente Sanitaria.

AFCH: Agua Fría Consumo Humano.

 

Prevención – Vídeo: Torres de Refrigeración (Legionela conceptos básicos).

Tema: Riesgos Laborales.

Precoin Prevención SL

(Bibao – Bizkaia)