Prevención - Accidentes

La uva es una fruta que se asocia con la buena suerte.

Es un peligro que pasa completamente desapercibido.

Se convierte en muchas ocasiones en atragantamientos o asfixias.

Habrá que actuar inmediatamente y realizarle la maniobra Heimlich.

 

El origen de la tradición

Aunque esta tradición se ha extendido a otros lugares del mundo empezó en España, allá por la segunda mitad del siglo XIX.

Se conoce que la clase burguesa el día de Nochevieja acompañaba sus cenas con champán y uvas, y debido a la distinción entre clases de cara a la Navidad y como burla a esa costumbre, distintos grupos de madrileños de la clase trabajadora decidieron reunirse en la Puerta del Sol a comer uvas acompañados del sonido de las campanadas.

Pero ¿por qué uvas?

El hecho es que la uva es una fruta que se asocia con la buena suerte y la positividad (y a veces también con la espiritualidad) y el hecho de comer una por cada mes del año generaba esperanza en la nueva entrada de año.

También es cierto, que es una fruta en cuyos cultivos solía haber excedente y por tanto no requería de un gran poder adquisitivo para comprarla.

 

El riesgo de la tradición

Esta costumbre que simboliza la buena suerte durante el nuevo año resulta ser un peligro que pasa completamente desapercibido. Planteándolo de manera objetiva, la tradición consta de comer una uva por cada segundo que dura cada campanada, convirtiéndose en un total de 12 uvas x 12 segundos x 12 campanadas. Esta rapidez con la que hay que comerse las uvas se convierte en muchas ocasiones en atragantamientos o asfixias, y en algunos casos incluso llegando a la muerte.

También hay que tener en cuenta que hay personas con las que hay que tener mas precaución a la hora de ingerir las uvas, como son las personas mayores, los niños o las personas con problemas de disfagia (dificultad para tragar). Aun así, los médicos recomiendan que los niños menores de 5 años y las personas de más de 65 años no las consuman.

 

¿Qué hacer en caso de asfixia por atragantamiento?

La asfixia por atragantamiento ocurre cuando hay una obstrucción de las vías respiratorias que no permite a la persona afectada respirar, por lo que habrá que actuar inmediatamente y realizarle la maniobra Heimlich, creada por el médico Henry Heimlich.

La maniobra Heimlich es un procedimiento de primeros auxilios cuyo objetivo es desobstruir el conducto respiratorio que está bloqueado, pero hay que tener cuidado, ya que depende de la persona deberá realizarse de una manera u de otra.

EN UN ADULTO

La persona que vaya a realizar la maniobra se colocará por detrás del paciente, y le sujetará con el puño cerrado colocado entre su tórax y el abdomen; a su vez apoyará la otra mano sobre el puño cerrado, y le presionará contra él hacia arriba. De esta forma se aumenta la presión desde el abdomen hacia el tórax y se propicia que el aire residual que queda en los pulmones consiga expulsar el cuerpo extraño. En la mayoría de los casos resulta efectiva.

Si no se obtiene resultado, el paciente perderá el conocimiento y será preciso realizar maniobras de resucitación cardiopulmonar.

EN UN NIÑO

Es muy similar, con la diferencia de que al tener una estatura más baja no podrá hacerse de forma semejante. Será necesario, o bien ponerse de rodillas detrás de él o bien incorporarle sobre una mesa para realizar la maniobra.

EN UN LACTANTE

La maniobra varía bastante ya que su anatomía es distinta: se le coge con un brazo y con el otro se le sujeta por el abdomen, abriendo las manos en torno a su cuello para sujetarle la cabeza, se le pondrá boca abajo y se le darán cinco golpes con la mano entre las escápulas, con una ligera presión para no hacerle daño. De esta manera se le incitará el mecanismo de la tos y, si no expulsa el cuerpo extraño, se le dará la vuelta y con dos dedos se le presionará en la zona media del pecho dándole cinco masajes, para después repetir de nuevo la maniobra boca abajo. Si tras realizarla varias veces, no se consigue que expulse el cuerpo extraño y el lactante pierde el conocimiento, se deberá realizar maniobra de resucitación cardiopulmonar.

Aun así, si desde que comenzamos observamos que la maniobra no está funcionando deberemos llamar cuanto antes al servicio de emergencia (112) y seguir con ella hasta que lleguen y se encarguen de la persona.

 

Prevención – Video: Maniobra Heimlich en Adulto, Niño, Bebé y Uno Mismo

Tema: Riesgos Laborales
Precoin Prevención S.L.
(Bilbao – Bizkaia)

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