Mensajes falsos compartidos en redes sociales aseguran que se están registrando casos de «pleuresía» causados por el uso de mascarillas entre empleados de supermercado. El contenido que más se ha viralizado, en países como España, Puerto Rico y México, es el de una radiografía de los pulmones acompañada de un texto que relaciona la inflamación de la pleura con el uso de mascarilla.
«Se están presentando casos de pleuresía inducida por hipoxia obstructiva exterior (mascarilla), en gente empleada en Supermercados. Por ahora los están silenciando pero esperamos que esto llegue al público pronto y los juicios a quienes han obligado al uso ilegal de las mascarillas», dicen estos mensajes.
El uso de mascarillas no causa «pleuresía». En primer lugar, porque el uso de este equipamiento de protección no provoca hipoxia, origen de la «pleuritis», según estos desinformadores. Además, esta condición es una complicación rara de la Covid-19.
La «pleuresía», habitualmente llamada «pleuritis», es una inflamación del revestimiento de los pulmones y el tórax, la denominada «pleura», que ocasiona dolor torácico al respirar profundamente o toser.
No son de un enfermo de Covid-19.
La foto que acompaña a los mensajes que alertan sobre la «pleuresía» relacionada con el coronavirus y las mascarillas no tiene nada que ver con la Covid-19 y tampoco es actual, como revela una búsqueda inversa de la imagen en internet.
La radiografía, de 2005, refleja «derrames pleurales bilaterales leves» en un paciente con linfoma de Hodgkin, precisa la información sobre esta imagen, recogida en el Manual médico de la farmacéutica Merck.
La inflamación de la pleura que cursa con derrame pleural, como en la foto compartida, suele estar causada por tumores con metástasis, especialmente de pulmón; enfermedades inflamatorias como el lupus o la sarcoidosis; por neumonía, tuberculosis y otras infecciones víricas, explica el neumólogo del Hospital Princesa de Madrid Javier García.
«Hasta ahora, la pleuritis en el coronavirus es una complicación rara», asegura el especialista, también vocal de Atención Especializada y Hospitales del Colegio Oficial de Médicos de Madrid (Icomem). El neumólogo incide en que esta denominación, «pleuresía», está en desuso y fue utilizada en la década de los 40 y 50 del siglo pasado para referirse a las «pleuritis tuberculosas».
No tienen patologías exclusivas.
En relación a otra de las afirmaciones de estos mensajes, que la «pleuresía» está afectando especialmente a trabajadores de supermercados, el vocal del Icomem descarta esta posibilidad y cree que sería «anecdótico» que se hubieran registrado este tipo de casos en este colectivo.
Hay patologías profesionales que afectan a trabajadores de determinados oficios, como la minería, orfebrería o la herrería, pero no hay enfermedades ni una sintomatología diferente para los empleados en tiendas de alimentación.
No causan hipoxia.
Finalmente, el uso de mascarillas no provoca «hipoxia» o déficit de oxígeno. Pueden generar sensación de ahogo, pero no hay pruebas de que su uso produzca «hipoxia, acidificación del organismo o intoxicación por inhalación del propio CO2», confirma el doctor Jaime Barrio, del Icomem.
De hecho, las mascarillas «no están cerradas al paso de aire», ya que el material de la que están hechas permite que «entre el oxígeno y se elimine el dióxido de carbono», precisa este experto.
Puntualiza, de todos modos, que, al estar toda la boca y nariz cubiertas, sí existe «una limitación de la entrada habitual de aire, por lo que en el momento de realizar deporte puede llegar a ser incómodo y reducir el rendimiento durante el ejercicio físico».
En el mismo sentido, se pronuncia el neumólogo del Hospital Princesa: «es un bulo. No hay ningún dato que permita afirmar que las mascarillas provocan hipoxia, ni pleuresía», reitera. «No he visto ningún caso, ni espero verlo», añade el especialista.
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