Una mujer contrajo cáncer de ovarios tras usar el producto durante años. Hay casi 5.000 demandas pendientes.
Un tribunal de Los Ángeles (California) ha condenado a Johnson & Johnson (J&J), el gigante de los productos de higiene y de farmacia, a pagar 417 millones de dólares (unos 353 millones de euros) a una mujer que desarrolló un cáncer de ovarios después de usar durante años el polvo de talco de la empresa.
No advirtió del riesgo.
La condena se basa en que J&J no advirtió adecuadamente del riesgo de cáncer asociado al uso de productos con talco, especialmente el llamado Johnson’s Baby Powder.
El caso ahora resuelto es uno de los miles presentados en todo Estados Unidos contra la compañía por la omisión de avisos de los riesgos del producto. De hecho, todavía hay más de 300 demandas pendientes en California y más de 4.500 denuncias en todo el país. Este caso es especial, ya que la empresa ha sido condenada a indemnizar a la víctima con 70 millones de dólares y a abonar otros 347 millones de multa por «daños punitivos«.
El caso ahora sentenciado fue presentado por Eva Echeverria, de 63 años, a la que se le diagnosticó un cáncer de ovarios en 2007, tras utilizar talco de la compañía en su zona genital durante años. A Echeverria se le extirpó el tumor, pero no pudo asistir al juicio por su delicado estado de salud, según uno de sus abogados.
«Estamos agradecidos por el veredicto del jurado en esta materia«, ha señalado su abogado Mark Robinson, quien también ha asegurado que Johnson & Johnson trató de «ocultar la verdad durante muchos años«.
Johnson & Johnson apelará el veredicto.
Mientras tanto, la compañía ha anunciado que apelará el veredicto. «Apelaremos porque, basándonos en la ciencia, estamos convencidos de la seguridad de los polvos de talco Johnson’s Baby Powder«, ha declarado la portavoz de la empresa Carol Goodrich.
Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer.
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, perteneciente a la Organización Mundial de la Salud (OMS), clasifica el talco como «posible cancerígeno» para humanos (riesgo IIB) cuando se emplea en el área genital (no con otros usos). Otras organizaciones, como la Sociedad Estadounidense de Oncología, señalan que «no está claro» que exista esta relación.
Si bien reconoce que «hay ciertos indicios de un posible incremento en el riesgo de cáncer de ovario«, la organización señala en un comunicado que muchos de los estudios que han mostrado este efecto no tienen un diseño que permita establecer una relación directa de causa-efecto (por ejemplo se basan en el recuerdo de las pacientes sobre la cantidad de polvos de talco que han utilizado a lo largo de los años).
Otros estudios de cohorte de tipo prospectivo no han destapado una relación entre cáncer y polvos de talco, por lo que la Sociedad Estadounidense de Oncología concluye que la investigación «debe continuar«.
En cualquier caso, el organismo subraya que el posible riesgo que se está investigando «sería muy probablemente pequeño» y no tendría un impacto tan fuerte como otras sustancias cancerígenas, como el tabaco.
Uso de talco en la higiene íntima.
En la aparición del cáncer de ovario intervienen factores de riesgo como los genéticos (hasta un 30% de los casos ‘heredan’ un mayor riesgo), padecer obesidad, haber tomado terapia hormonal sustitutiva o los antecedentes reproductivos. No haber tenido hijos parece aumentar las posibilidades de desarrollar este tipo de tumor. En cambio, los anticonceptivos parecen cumplir un efecto protector frente a su desarrollo.
¿Y en España?.
Marta Gil, oncóloga especializada en cáncer de ovario del Instituto Catalán de Oncología (ICO), explica que la hipótesis que se propone para explicar la relación entre el uso de polvos de talco en la higiene íntima y el cáncer se basa en una reacción inflamatoria. Por aspiración, las partículas de talco ascenderían a través de la vagina, el útero y las trompas de Falopio hacia el ovario y su presencia provocaría inflamación, lo que facilitaría el desarrollo de un cáncer. En cualquier caso, Gil recuerda que «los resultados de la investigación son heterogéneos, por lo que la relación sigue siendo controvertida«.
José María del Campo, portavoz de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y especialista en tumores ginecológicos, apunta que en las últimas décadas «el uso del talco en la higiene íntima ha disminuido notablemente«, lo que también ha influido en la investigación, «ya que dificulta poder hacer estudios de caso-control que permitan sacar conclusiones más claras y definitivas«.
En realidad, añade el especialista, ni siquiera los estudios que apuntan a la existencia de una relación han permitido analizar a fondo ni el posible mecanismo de acción, ni la cantidad o la frecuencia de uso que serían necesarias para aumentar ese hipotético riesgo. Sin embargo, como principio de precaución y hasta que no se llegue a una certeza, su recomendación es «que no se use en el área de los genitales» ni en adultos ni en bebés.
El uso de polvos de talco en otras áreas del cuerpo no se ha ligado, según el especialista, con otros tipos de cáncer.
Por ejemplo, se ha estudiado la posible asociación entre el uso de estos productos de uso doméstico con un mayor riesgo de cáncer de pulmón y no se ha encontrado ninguna evidencia de esta relación.
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Tema: Riesgos Laborales.
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