Prevención - Formación

De todas las dolencias no contagiosas, el paro cardíaco es una de las más conocidas y frecuentes, siendo el causante de la muerte de cerca de 30.000 personas cada año.

Un infarto es un problema de circulación. Cuando la circulación se bloquea o se interrumpe de algún modo y deja de llegar sangre al músculo cardiaco, éste puede resultar dañado; es lo que se suele describir como “ataque al corazón” y los doctores llaman infarto de miocardio.

 

Formación.

La reanimación cardiopulmonar es una técnica para salvar vidas que es útil en muchas situaciones de emergencia en las que la respiración o los latidos del corazón de una persona se detuvieron.

Formar a los ciudadanos en Resucitación Cardiopulmonar (RCP) también es una medida importante, ya que podría reducir hasta en un 30% los fallecimientos.

La reanimación cardiopulmonar puede mantener la circulación de la sangre oxigenada hacia el cerebro y otros órganos hasta que un tratamiento médico de emergencia pueda restablecer el ritmo cardíaco normal.

Cuando el corazón se detiene, el cuerpo ya no recibe sangre oxigenada. La falta de sangre oxigenada puede causar daño cerebral en solo unos minutos.

Si no has recibido capacitación en RCP o no estás seguro de si puedes hacer respiraciones de rescate (persona sin capacitación), solamente haz, RCP con las manos. Esto significa hacer compresiones ininterrumpidas en el pecho, entre 100 y 120 por minuto, hasta que lleguen los paramédicos. No es necesario que intentes hacer la respiración de rescate (boca a boca).

Solo si estás bien capacitado y tienes confianza en tus habilidades (persona capacitada), realiza la RCP con las manos y con la respiración de rescate. Actúa de la siguiente manera: comprueba si hay pulso y respiración. Si dentro de los 10 segundos no hay pulso ni respiración, comienza a hacer compresiones en el pecho. Comienza la reanimación cardiopulmonar con 30 compresiones en el pecho antes de hacer dos respiraciones de rescate.

 

Síntomas: señales diferentes entre hombres y mujeres.

A la hora de hablar de síntomas del infarto, hay que saber que en muchas ocasiones llega sin avisar. Además, las señales son distintas entre hombres y mujeres.

Sin embargo, un estudio elaborado por el Smidt Heart Institute de Los Ángeles ha concluido que los síntomas difieren entre sexos, y que la mitad de ellos presenta un síntoma de aviso, con el que es posible evitar un infarto 24 horas antes.

 

Los síntomas del infarto o paro cardíaco.

El corazón es el órgano que se encarga de bombear la sangre a todos los órganos de nuestro cuerpo, por lo que en el momento que presenta algún tipo de fallo al desarrollar su función, se produce un infarto o paro cardíaco.

El paro cardíaco viene provocado por un mal funcionamiento eléctrico del corazón, mientras que, en el caso del infarto, el problema viene dado por una arteria bloqueada que evita que la sangre oxigenada llegue a una sección del corazón.

Cuando se produce un problema en el bombeo de sangre, el flujo sanguíneo se detiene, provocando un fallo multiorgánico y pudiendo provocar la muerte en cuestión de apenas unos minutos. Por este motivo es importante detectar los siguientes síntomas:

 

  • Dolor en el pecho.
  • Taquicardia (latido acelerado del corazón).
  • Dificultad para respirar y sensación de falta de aire.
  • Vómitos y/o náuseas.

Dado que cada minuto es clave para poder salvar su vida, si una persona presenta alguno o una combinación de síntomas, o los notas tú mismo, es necesario llamar de inmediato a los servicios de emergencias (112).

 

Accidente Cardiovascular.

En caso de accidente cardiovascular, el tratamiento debe ser rápido y la mejor opción posible es la de hacer uso de un desfibrilador externo automatizado, que podemos encontrar en diferentes lugares públicos.

De igual modo, es posible practicar las maniobras de Reanimación Cardiopulmonar (RCP) y realizar un rápido traslado al centro médico.

 

Los síntomas que pueden avisar de un infarto.

Los científicos recomiendan estar atentos a los síntomas que pueden avisar de un infarto, gracias a los cuales es posible llegar a evitarlo y que tienen lugar en las 24 horas previas.

Fruto de una investigación encabezada por el Dr. Chugh, la mitad de las personas que sufrieron un infarto o paro cardíaco, padecieron al menos un síntoma llamativo en las 24 horas previas.

Entre estos síntomas se incluyen la dificultad para respirar, sudoración excesiva, dolor de pecho y una especie de convulsiones. Pero estos síntomas no son iguales en los hombres que en las mujeres, ya que mientras que en los primeros el síntoma predominante antes de un infarto es el dolor en el pecho, en el caso de las mujeres, se da con mayor frecuencia la dificultad para respirar.

Si hablamos del paro cardíaco, hay estudios que aseguran que existen distintos mecanismos en lo que refiere a esta afección entre sexos.

De esta manera, es más probable que los hombres sufran un paro cardíaco súbito, mientras que las mujeres acostumbran a presentar esta condición entre 8 y 10 años de media más tarde que los hombres.

En cualquier caso, las investigaciones siguen trabajando en este sentido para tratar de buscar la forma de mejorar la detección temprana de esta enfermedad, lo que resultaría clave para tratar de anticiparse a sus efectos mortales.

Recomendaciones para prevenir un infarto.

Prevenir un infarto es importante para mantener una buena salud cardiovascular, y es necesario tener presentes algunas recomendaciones para evitarlo, entre las que podemos destacar:

 

  • Se debe adoptar una dieta saludable rica en frutas, verduras, granos enteros, pescado y aves de corral magras, limitando la ingesta de grasas saturadas y trans, así como de alimentos procesados, azúcares añadidos y sal.
  • Controla tu peso para evitar la obesidad y el sobrepeso, que están relacionados con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
  • Haz ejercicio con regularidad, realizando al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana, e incorporando ejercicios de fuerza y resistencia al menos dos días a la semana.
  • Deja de fumar, ya que el tabaco es un importante factor de riesgo para los problemas cardiovasculares, y limita el consumo de alcohol. Si lo bebes, hazlo con moderación.
  • Controla el colesterol, la presión arterial y la diabetes, en el caso de que la tengas, siguiendo siempre las recomendaciones de los médicos para evitar posibles riesgos relacionados con la salud.
  • Reduce el estrés, pudiendo recurrir a ello a la actividad física, la respiración profunda o la meditación, entre otros.
  • Toma medicamentos según las indicaciones en el caso de que tu médico te los haya recetado, y consulta a un médico regularmente, programando revisiones médicas periódicas para comprobar que te encuentras en un buen estado de salud.

 

Prevención – Vídeo: Resumen de la Reanimación Cardiopulmonar (RCP) en acción.

 

Tema: Riesgos Laborales
Precoin Prevención SL
(Bilbao – Bizkaia)