Accidentes

Ayer apenas quedaba rastro ya del fatal accidente que este viernes le costó la vida a un hombre en Ortuella. Únicamente la ausencia de barandilla en el balcón del segundo piso indicaba el lugar desde el que J.G.R., vecino de la localidad minera de aproximadamente 60 años, se precipitó mientras subía sacos de arena y materiales de construcción a la vivienda de su hija. El incidente se produjo hacia las diez de la mañana, en un inmueble de la Avenida de la Estación muy próximo a las vías del tren. Según la versión de un testigo, el siniestro se desencadenó cuando el pequeño montacargas industrial que estaba empleando golpeó a la víctima y provocó su caída junto a la barandilla metálica de la terraza.

«El montacargas venció y tiró la balconera abajo. El hombre se vino detrás», relataba ayer el encargado del bar ubicado bajo la vivienda. El fallecido le había pedido permiso para instalar frente a la puerta del local el pequeño montacargas. «Me comentó que sólo iba a tardar media hora y que no podía hacerlo el lunes porque estaban a punto de salir de viaje», detalló el hostelero.

El viernes, él estaba junto a la hija de la víctima cuando tuvo lugar el accidente. La joven, de unos 30 años, había adquirido recientemente la vivienda y planeaba hacer reformas en ella. Por eso estaban subiendo los materiales de obra. «Ella los estaba cargando y el padre le echaba una mano. Fue todo muy rápido. Cuando pegó el golpe tuvimos que echar a correr porque se nos venían los hierros encima», resumió el testigo.

«No se pudo hacer nada»

A pesar de que la altura desde la que se precipitó la víctima no era excesiva, menos de diez metros, durante la caída el hombre se golpeó con el puntal del montacargas. Según describió el hostelero, el impacto lo recibió en el rostro. «No se podía hacer nada», aseguró todavía muy impresionado por el brutal accidente. Fue él quien alertó a los servicios de emergencias. «Saqué el teléfono y llamé al 112. Vinieron dos ambulancias muy rápido, una por cada lado. No tardaron ni diez minutos. Luego llegó la Ertzaintza y también la Policía Local», señaló.

También un equipo de trabajadores municipales acudió al lugar del suceso. Ellos se encargaron de limpiar la zona y de retirar los restos del montacargas. «Se hicieron cargo de todo. Todavía tenían varios palés de material allí y los subieron al piso», advirtió el testigo. Ayer en el Consistorio minero recordaron que la víctima era un vecino conocido oír todos y «muy implicado en la vida social» del municipio. «Participaba desde hacía un montón de años en los carnavales», detallaron. Según explicaron, la víctima «acababa de prejubilarse o estaba a punto de hacerlo».