Prevención

Estrés (o síndrome, o depresión) postvacacional son términos que hacen referencia al proceso de estrés que tenemos que afrontar tras las vacaciones, para readaptarnos de nuevo a las obligaciones laborales (o escolares), al cambio de estilo de vida que supone, etc. Son términos surgidos de manera popular, que se utilizan mucho, debido al amplio eco que suelen tener todos los años, sobre todo a finales de agosto y primeros de septiembre, en los medios de comunicación.

El estrés es un proceso normal de adaptación a las demandas del ambiente. Cuando tenemos que adaptarnos a nuevas demandas experimentamos una serie de cambios o reacciones a nivel corporal o físico, a nivel mental o cognitivo, así como a nivel conductual. Estos cambios se caracterizan por la activación, aceleración de funciones, o puesta en marcha de nuevos recursos, con el fin de tratar de dar respuesta a dichas demandas.

Según los expertos el síndrome postvacacional, que causa ansiedad, tristeza, apatía o insomnio en muchas personas mayores, también afecta a los niños cuando vuelven a la rutina escolar.

El síndrome postvacacional, afecta más a las personas de menos de 45 años y las que se incorporan a la rutina sin una breve transición. La vuelta a la normalidad confunde nuestro organismo, que está habituado a ciertas dinámicas de vacaciones, y representa un descalabro emocional y físico.

En resumen, se trata de un fenómeno psicoemocional que aparece como reacción a la vuelta a la rutina. Además, el hecho de idealizar la vida de vacaciones lo hace aumentar.

 

Superar las molestias.

Muy pocos casos de estrés postvacacional precisan de un abordaje profesional, ya sea médico o psicológico. Para superar las molestias derivadas de esta mala adaptación al cambio de vida desde las vacaciones a la vida laboral, se recomienda seguir algunas pautas, cuando sea posible:

  • Empezar de manera gradual con la intensidad del trabajo, de menos a más intensidad, siempre intentando comenzar por las tareas más gratas.
  • Aprovechar los tiempos de descansos o de la comida para volver a alguna actividad agradable, para las relaciones sociales o familiares.
  • Dormir adecuadamente, alrededor de las ocho horas.
  • Mantener horarios regulares tanto durante el día como en las horas de acostarse y levantarse.
  • No “llevarse trabajo a casa”, dejar en el trabajo lo concerniente a éste.
  • Practicar ejercicio físico moderado, si es posible a diario.
  • Seleccionar aquellas actividades que podemos llevar a cabo, y delegar aquellas para las que no estamos tan preparados.
  • Mantener una actitud realista y proactiva, sin sopesar una y otra vez, de manera repetitiva y poco productiva, todas las alternativas a las cuestiones planteadas.
  • Plantear los problemas laborales del modo más simple y esencial posible, prescindiendo de los detalles y sopesando la esencia para encontrar las soluciones.
  • Halagar el trabajo bien hecho de las personas a nuestro alrededor y corregir las conductas inapropiadas o negativas en cuanto surjan de modo sutil pero firme.
  • Practicar la relajación en intervalos regulares, eliminar pensamientos erróneos o ideas irracionales que puedan darnos ansiedad.

¿Incremento del Número de Accidentes?.

Un total de trescientos trabajadores murieron y más de 650.000 accidentes laborales tuvieron lugar en nuestro país en el primer semestre de 2017, según un informe emitido hace unas semanas por el sindicato UGT.

Cifra que podría incrementarse en los próximos meses como consecuencia del síndrome postvacacional que afecta a miles de trabajadores tras la vuelta de las vacaciones de verano.

El conocido como síndrome o depresión postvacacional tiene como principales síntomas la ansiedad, el malestar general, sudoración, falta de concentración y descenso del rendimiento, cambios de humor, incremento de las palpitaciones, así como síntomas cardíacos y respiratorios. Esta sintomatología está en muchas ocasiones estrechamente relacionada con siniestros laborales que, aunque la mayoría de ellos suelen ser de carácter leve, pueden implicar un riesgo importante para la salud de los trabajadores. Y es que la falta de concentración y la disminución del rendimiento en el puesto de trabajo, pueden ocasionar despistes y errores humanos que deriven en accidentes laborales de poco importantes a graves.

 

Uso incorrecto de los EPI´s: despistes o distracciones.

La correcta utilización de equipos de protección individual reduce drásticamente los siniestros en el puesto de trabajo, sin embargo cualquier despiste a la hora de utilizar estos equipos de seguridad puede tener consecuencias fatales. En estos momentos de reincorporaciones a los puestos de trabajo hay que velar más si cabe para la correcta utilización de los dispositivos de seguridad y que no sea este trastorno adaptativo un motivo de despiste para su utilización.

Los olvidos en la utilización de los equipos de protección individual, la utilización incorrecta de los mismos por despistes o distracciones y la pérdida de la percepción del nivel de riesgo son las principales causas de los accidentes laborales como consecuencia del síndrome postvacacional.

La depresión no está recogida en nuestro país como enfermedad profesional ni tampoco puede contemplarse como accidente laboral, sin embargo, el estrés y la ansiedad laboral, el burnout, también mencionado como síndrome del desgaste profesional o trabajador quemado y el propio síndrome postvacacional son problemas que con más frecuencia emergen entre los trabajadores y que cada vez más se están teniendo en cuenta por los departamentos de recursos humanos de las empresas.

 

Comenta Noticias de Prevención en Nuestro Blog.

 

Tema: Riesgos Laborales

Precoin Prevención SL

Bilbao – Bizkaia