“Del coronavirus podemos sentir la fiebre, el dolor de cabeza e incluso la tos sin tener la enfermedad. Todo es posible”.
Así lo afirma Emiliano Villavicencio, psicólogo y jefe de posgrado de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad de La Salle en Ciudad de México.
El académico se refiere a la somatización, un proceso que define como “la manifestación de síntomas físicos de un problema psicológico”.
La somatización está recogida en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría de Estados Unidos.
Villavicencio alerta sobre la situación actual, sobre cómo el miedo a la emergencia sanitaria ocasionada por el coronavirus puede originar sus síntomas en algunos pacientes.
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Estos síntomas son reales y pueden llegar a confundir a las personas, haciéndoles creer que han contraído la enfermedad. Pero en el caso de la somatización, el cuadro clínico no es originado por el virus sino por un estado de ansiedad y preocupación.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), los síntomas más comunes del covid-19 son fiebre, tos seca, malestar general y dificultad para respirar, aunque en varios casos se han reportado secreciones nasales, problemas gástricos, pérdida de olfato, entre otros.
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“En la somatización, si el paciente cree que le duele la cabeza, es porque realmente le duele, solo que la explicación de este dolor es psicológica”, explica Villavicencio.
El especialista habló sobre cómo detectar esta afección, diferenciarla de la hipocondría y evitarla en medio de esta “sobreexposición a noticias sobre el coronavirus”.
Síntomas reales.
Ante la emergencia sanitaria, Villavicencio cuenta cómo está aumentando el número de pacientes con cuadros psicosomáticos en su consulta.
“Pacientes completamente sanos pueden experimentar todos los síntomas del coronavirus, es algo normal. Solo que en este caso procuramos tratar el miedo psicológico que genera los síntomas en vez de brindarles medicamentos”, explica el especialista.
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“Durante mi carrera he visto embarazos psicológicos, donde una persona acude al salón de parto y da a luz a un bebé que solo existe en su mente. Incluso hay pacientes que experimentan parálisis del algún miembro del cuerpo. Así que imagínate qué tan fácil es desarrollar síntomas tan comunes como un dolor general o una tos repentina”, continúa Villavicencio.
Ante situaciones de ese tipo, los especialistas primero descartan cualquier causa física a las afecciones y luego buscan un motivo psicológico que explique los síntomas.
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Muchas veces encuentran, por ejemplo, que se trata de una persona hipocondríaca.
Según el Sistema Nacional de Salud británico (NHS por sus siglas en inglés), la hipocondría es un miedo excesivo a enfermar, que en ocasiones puede dominar la vida diaria.
En este caso, sin embargo, Villavicencio pide diferenciar este trastorno del desarrollo de un cuadro psicosomático.
Factor externo.
“La diferencia entre una persona hipocondríaca y un paciente que manifieste signos psicosomáticos se debe a la influencia de un factor ambiental. El hipocondríaco no necesita de ese elemento externo, en esta caso la emergencia sanitaria, para desarrollar ansiedad y experimentar los síntomas de una enfermedad”, aclara Villavicencio.
La sobreexposición a las noticias sobre el coronavirus está detrás de la aparición de cuadros psicosomáticos. Por eso, Villavicencio aconseja cuidar no solo la salud física sino también mental.
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Pide analizar las noticias y no “tragarlas” sin más, conocer bien lo que implica tener el coronavirus, “cuya mortalidad no es tan elevada” y consultar “fuentes fiables de información y no cualquier escrito en Facebook”.
“Una persona sobreexpuesta es fácil que construya fantasías catastróficas, distorsione la realidad y produzca un estado psicosomático. Desde las ideas y las fantasías se puede entorpecer la atención médica de los países«, advierte el especialista.