Cuando a una persona se le indica que debe realizar aislamiento domiciliario hay que organizarse para hacerlo bien.
Aislamos en domicilio a personas sin riesgo diagnosticadas de Covid-19 y cuyo estado general es bueno (caso confirmado) y a personas sin riesgo, en buen estado general y con síntomas compatibles con la enfermedad, pero en las que no se realiza la prueba diagnóstica (caso posible).
Objetivo principal.
El objetivo fundamental es mantener aislada a la persona infectada o supuestamente infectada y evitar la propagación (el contagio) de la Covid-19 en la comunidad. Si una persona contagia por ejemplo a dos personas más y así sucesivamente, se ha estimado que evitar este primer contagio a una sola de estas dos personas reduce muy significativamente los contagios posteriores. Alto y claro: cada vez que se corta un punto de la cadena de contagio se eliminan los contagios potenciales del mismo.
Para decidir el aislamiento se evalúan criterios clínicos y del entorno social de la persona afectada. La duración del aislamiento es aún una incógnita. En principio se realiza una valoración individualizada en cada caso, según sea la evolución clínica y el seguimiento.
Reglas básicas del aislamiento:
Mantener las medidas de higiene (lavado de manos, evitar transmitir la enfermedad por la tos o estornudos), evitar estar cerca (a menos de 1,5 – 2 m) de las personas con las que conviva en el domicilio y procurar que este contacto “a distancia” sea también de corta duración (15 minutos máximo).
Estas medidas son especialmente importantes si en el domicilio conviven personas de más de 65 años de edad o con enfermedades crónicas (los dos grupos más vulnerables), embarazadas y niños menores de 5 años.
El domicilio debe reunir un mínimo de condiciones.
La persona aislada debe disponer de una habitación individual, cuya puerta debe permanecer cerrada. La habitación ha de tener buena ventilación al exterior (no a un espacio cerrado) y hay que ventilarla un mínimo de diez minutos, tres veces al día. Si se dispone de un lavabo para uso exclusivo de la persona aislada, mejor. Si debe compartir el lavabo, hay que desinfectarlo con lejía doméstica tras cada uso. Si no es posible garantizar estas condiciones hay que buscar alternativas, como aislar a los casos confirmados o casos posibles en hoteles específicos.
Disciplina.
Una vez decidido que podemos realizar el aislamiento a domicilio, viene la parte complicada y que exige mucha disciplina por parte de la persona aislada y de todas las personas que conviven con ella.
Confinada en la habitación.
La persona aislada debe estar literalmente confinada en su habitación. No debe salir de la habitación salvo en caso imprescindible. Antes de salir, lavarse bien las manos y uso recomendable de mascarilla. Obviamente, nada de visitas. Tampoco debe tener contacto directo con animales domésticos. Hay que lavarse las manos con frecuencia, mucha frecuencia. Para toser o estornudar, pañuelos desechables de un solo uso y tirarlos a un cubo de basura dentro de la habitación. Lavarse las manos. Una ducha diaria y lavar la toalla también diariamente. Si alguien debe entrar a la habitación, ventilarla previamente 10 minutos. Mejor entrar con mascarilla y en todo caso mantener siempre la distancia de seguridad de entre 1,5 m y 2 m.
Comidas.
Todas las comidas se deben realizar en la propia habitación. Hay que lavar luego bien los vasos, platos y cubiertos en el lavaplatos o con agua caliente y jabón. La ropa de cama, toallas y ropa de la persona aislada debe colocarse en una bolsa específica hasta que pueda lavarse. La ropa no debe sacudirse antes de lavarla. El lavado se puede realizar con cualquier detergente o jabón, a 60 ºC o más, y dejar que la ropa lavada se seque completamente.
Residuos.
Los residuos de la persona aislada pueden desecharse con el resto de residuos domésticos, empleando siempre para ello una bolsa bien cerrada. Lavarse bien las manos después del contacto con residuos.
La limpieza de superficies que se tocan con frecuencia (el mobiliario de la habitación donde está confinada la persona aislada), el lavabo y el váter han de limpiarse con material desechable y desinfectarse diariamente con un desinfectante doméstico con lejía en una dilución de 1:100 (1 parte de lejía por 99 partes de agua), que deberá prepararse cada día.
Síntomas.
Siempre hay que vigilar la aparición de nuevos síntomas, con especial atención a la dificultad respiratoria (fatiga al realizar un pequeño esfuerzo, sensación de falta de aire) o a la fiebre (más de 38,5 ºC). En estos casos hay que ponerse en contacto con el profesional sanitario de referencia o llamar al 061 – 112.
Cada vez que uno de nosotros detiene una cadena de transmisión de la Covid-19, ganamos todos.