El último fin de semana de octubre comienza el horario de invierno.
Con el último fin de semana de octubre llega el horario de invierno, aunque a diferencia del cambio de hora de marzo, en esta ocasión ganamos una hora más de sueño. Este domingo, a las 3 serán las 2 (En Canarias a las 2.00 horas será la 1.00).
La costumbre de atrasar el reloj una hora en invierno y adelantarlo en verano se generalizó en 1974 para poder aprovechar mejor la luz del sol y consumir menos electricidad tras la primera crisis del petróleo. Aunque este argumento se ha puesto más de una vez en entredicho.
La Directiva Europea que rige el denominado «Cambio de hora» fija que el horario de verano comienza en el último domingo del mes de marzo y termina el último domingo de octubre, cuando recuperaremos la que se considera hora oficial en España, una hora por delante del tiempo que marca el meridiano de Greenwich (Greenwich Mean Time GMT).
Móvil: ¿lo hará de forma automática?.
Recuerda que si tienes marcada en el móvil la pestaña «Zona horaria automática» -algo que suele estar por defecto-, el cambio de horario se hará de forma automática.
Según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el potencial de ahorro en iluminación en España por el cambio de hora puede llegar a representar un 5 por ciento del consumo eléctrico en iluminación, equivalente a unos 300 millones de euros.
Dudas en torno al ahorro.
Existen determinadas dudas en torno al ahorro que provoca este cambio horario. Por ejemplo, en las empresas que desarrollan su actividad por la tarde o la noche, el cambio horario les es indiferente. Además, los hogares españoles se pueden sentir perjudicados, ya que si bien se ponen en marcha con la luz del sol, necesitan una hora más de electricidad al llegar a casa. España es un país donde los hábitos se desarrollan en un horario más tardío, por lo que el cambio de hora podría incitar a un mayor gasto en los hogares.
Hace dos años, investigadores de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres y la Universidad de Bristol, en Reino Unido, sugirieron que mantener el horario de verano durante todo el año y no retrasar el reloj una hora en otoño puede ser beneficioso para la salud ya que permitiría aumentar los niveles de actividad física de los niños.
Algunas personas pueden experimentar mayor cansancio o insomnio con el cambio de hora.
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Las personas mayores son probablemente las más afectadas por el cambio de hora que tendrá lugar la noche del sábado al domingo.
En estos grupos de población más sensibles es normal que los días siguientes al cambio horario noten sueño antes de la hora habitual y que también se despierten antes de lo normal.
Mientras que los adultos se adaptan a este cambio en 3 o 4 días, las personas mayores -alerta- pueden tener más dificultades, dormirse demasiado temprano y despertarse antes durante una o dos semanas.
A pesar de que el cambio horario que se produce en otoño es el que menos afecta a la salud porque le ganamos una hora al día y, por lo tanto, tenemos una hora más para dormir por la noche, algunas personas sí que tardarán un poco más en adaptarse.
Algunos de los consejos que pueden ayudar a reducir las repercusiones del cambio de hora -sueño, insomnio, cansancio, desajustes digestivos o alteraciones en el humor debido a que anochece antes por la tarde- pasan por adaptar el cuerpo cuanto antes al nuevo horario.
Así, es aconsejable que unos 3 o 4 días antes las personas más vulnerables empiecen a tener más actividad física y luz por la tarde, aunque sea luz artificial, porque de esta manera se va retrasando la hora a la que comienza el sueño.
También una pequeña siesta de 15 o 20 minutos puede ayudar a retrasar la necesidad de dormir.
En cualquier caso, se recomienda no darle demasiada importancia a este cansancio que pueda aparecer a partir del domingo y el lunes y no obsesionarse con ello.
Tema: Riesgos Laborales.
Precoin Prevención SL
Bilbao – Bizkaia