Las personas expuestas durante la noche a luz azul, como la que emiten las luces LED y las pantallas de tabletas y móviles, tienen entre 1,5 y 2 veces más riesgo de padecer cáncer de mama y próstata, según un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona. La investigación ha contado con datos médicos y epidemiológicos de más de 4.000 personas de entre 20 y 85 años de 11 comunidades autónomas españolas.
Un estudio realizado por un equipo internacional bajo la dirección del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación Bancaria ”la Caixa”, ha observado una asociación entre niveles elevados de exposición a luz azul durante la noche y mayor riesgo de padecer cáncer de mama y de próstata.
La luz de espectro azul es aquella que emiten la mayoría de luces LED de tipo blanco y muchas pantallas de tabletas y teléfonos móviles.
Los resultados en la Revista Environmental Health Perspectives.
“La Agencia Internacional de Investigación en Cáncer de la OMS (IARC) ha clasificado el trabajo en turno de noche como probable cancerígeno en humanos. Existen evidencias que apuntan a una relación entre el trabajo nocturno expuesto a la luz artificial, que implica disrupción del ritmo circadiano, y los cánceres de mama y de próstata. En este estudio queríamos averiguar si la exposición a la luz durante la noche en las ciudades puede tener influencia en la aparición de estos cánceres«, declara Manolis Kogevinas, investigador de ISGlobal y coordinador del estudio.
“Sabemos que en función de su intensidad y longitud de onda, la luz nocturna, y en especial la luz de espectro azul, puede disminuir la producción y secreción de melatonina”, afirma Martin Aubé, profesor de física en el CÉGEP de Sherbrooke (Canadá) y coautor del estudio.
Datos de 4.000 personas de 11 comunidades autónomas.
La investigación se ha realizado en el marco del proyecto MCC-Spain, cofinanciado por el Consorcio de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP), y ha contado con datos médicos y epidemiológicos de más de 4.000 personas de entre 20 y 85 años de 11 comunidades autónomas españolas.
Los resultados se han dado a conocer en la revista Environmental Health Perspectives. La información sobre la exposición nocturna a la luz artificial en el interior se recopiló mediante entrevistas personales, mientras que los niveles de luz exterior solo se evaluaron en Madrid y Barcelona, las únicas ciudades de las que se pudo obtener imágenes nocturnas tomadas por los astronautas de la Estación Espacial Internacional.
Resultados en ambas ciudades.
En los resultados obtenidos en ambas ciudades se observó que los participantes expuestos a niveles más altos de luz azul tuvieron entre 1,5 y 2 veces más riesgo de sufrir cáncer de mama y de próstata, respectivamente, comparado con la población menos expuesta.
Ariadna García, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio, afirma: “Dada la ubicuidad de la luz artificial nocturna, determinar si incrementa o no el riesgo de cáncer es un asunto de salud pública. Llegados a este punto, es necesario realizar estudios adicionales que puedan disponer de más datos individuales utilizando por ejemplo sensores de luz, para medir los niveles de luz en espacios interiores. Sería también importante llevar a cabo esta investigación en personas jóvenes que utilicen extensamente pantallas que emiten luz de espectro azul”.
Según comenta Alejandro Sánchez de Miguel, científico del Instituto de Astrofísica de Andalucía-CSIC, “actualmente las imágenes tomadas por los astronautas de la Estación Espacial son nuestra única manera de conocer a gran escala el color del alumbrado exterior y el avance en la aplicación de los LED blancos que emiten luz en el espectro azul en nuestras ciudades”.
Fuente: Instituto de Salud Global de Barcelona
Tema: Riesgos Laborales
Precoin Prevención SL
Bilbao – Bizkaia